October 2, 2025

¿Cómo está tu fe?

“Si alguna vez se sienten sin fuerzas, cansados y desanimados en sus caminos de fe, piensen en el ejemplo de Jesús, quien soportó con resiliencia el maltrato contra él mismo de parte de los pecadores” (Hebreos 12:3) (Traducción Contemporánea de la Biblia, Nuevo Testamento).

Al leer el libro Hechos de los Apóstoles escrito por E. G. White, me llamó la atención la experiencia de un joven que por un tiempo se sintió desanimado. En Hechos 15:37-39 leemos que Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión sobre la idea de que Juan Marcos, un sobrino de Bernabé, quien ya había ido con ellos en el primer viaje misionero a Europa pero que los había abandonado, los acompañara otra vez. En el primer viaje se habían encontrado con muchas personas que aceptaron las buenas nuevas que predicaban y a otras que se oponían.  Fue un viaje de dos años de duración y los apóstoles habían recorrido más de 1.400 millas. Fue una experiencia difícil pues los únicos métodos de transporte eran viajar en barco o caminar. Fue, además, una misión peligrosa, a tal punto que Pablo fue apedreado por sus enemigos. 

El desacuerdo entre Pablo y Bernabé fue tan serio que se separaron. Bernabé llevó a su sobrino Juan Marcos por un camino, y Pablo se fue con Silas por otro. Esta separación resultó para bien pues de esta manera pudieron contactarse con más personas.  Creció la obra y pudieron ganar a más almas para Cristo y establecer nuevas iglesias. Es interesante notar el cambio de actitud de Pablo, al referirse más tarde a Juan Marcos como “colaborador” (Colosenses 4:10), “compañero” (Filemón 24) y “útil para el ministerio” (2 Timoteo 4:11). Elena White explica que en los siguientes años la experiencia cristiana de Juan Marcos se profundizó mucho. Ella dice lo siguiente: 

“Leyendo en las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del Maestro en la senda del sacrificio… Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad, Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol” (Hechos de los Apóstoles, p. 366).  

Al pensar en esta experiencia podemos notar que los jóvenes que nos rodean nos ven como mentores y cuán importante es que seamos pacientes con ellos.  Cuando cometen errores, lo que necesitan es apoyo, no crítica. Sin duda Bernabé, por medio de sus palabras, le enseñó mucho a su sobrino Juan Marcos, y por su ejemplo, la necesidad de fijar los ojos en Cristo. Es mi deseo que cada uno de nosotros siga el ejemplo de Bernabé y de nuestro Señor al hacer todo lo posible para ayudar a los jóvenes y a los nuevos en la fe a mantener su confianza y compromiso con Dios. 


Carmelo Mercado es el vicepresidente de la Union del Lago.