Amparo Prieto, madre de Rosanne Mercado

March 4, 2020

La tumba vacía nos da esperanza

“No miréis el sepulcro vacío. No lloréis como los que están sin esperanza ni ayuda. Jesús vive, y porque vive, viviremos también." Brote de los corazones agradecidos y de los labios tocados por el fuego santo el alegre canto: ¡Cristo ha resucitado! Vive para interceder por nosotros. Aceptad esta esperanza, y dará firmeza al alma como un ancla segura y probada. Creed y veréis la gloria de Dios” (El deseado de todas las gentes, p. 737).

Al comienzo del nuevo año mi esposa y yo, junto con los presidentes de las cinco asociaciones de la Unión del Lago y sus esposas, tuvimos el privilegio de visitar Jordania e Israel. Pasamos diez días paseando y conociendo aquellos lugares acerca de los cuales tanto hemos leído en las Santas Escrituras. Ya había hecho ese viaje, auspiciado por la División Norteamericana, hace seis años. Sin embargo, en esta ocasión la visita a las tierras santas me impactó mucho más por dos razones.

En primer lugar fue el hecho que durante el mismo período de los diez días que viajábamos se realizaba también otra jornada. La Asociación General había pedido a todas las iglesias del mundo que dedicaran diez días de oración. Me propuse no perder la oportunidad de orar, de manera que como dirigentes nos comprometimos a leer el material de oración para cada día. Envié el material a los presidentes, y preparé además meditaciones basadas en los lugares biblicos que visitaríamos.

En segundo lugar fue el hecho de que habían ocurrido dos fallecimientos. El primero fue la pérdida de la mascota que nos había acompañado por más de trece años. Y el segundo fue el deceso de mi querida suegra, Amparo Prieto, quien falleció seis semanas más tarde.

Fue en el año 2006 que tuvimos que trasladarla de Merrillville, Indiana a un asilo de ancianos ubicado cerca de nuestra casa en South Bend. Doña Amparo sufría de la enfermedad de Alzheimer y debido a ello mi esposa debía estar siempre muy pendiente de ella. No es algo fácil ver a un ser querido debilitarse poco a poco física y mentalmente. Siempre encontrábamos tiempo para visitarla y orar con ella. Falleció el 26 de noviembre de 2019 y fue sepultada el 4 de diciembre al lado de su esposo.

En Jerusalén visitamos una tumba vacía que se cree fue donde Cristo fue sepultado. La realidad de la muerte nos tocó a mi esposa y a mí muy de cerca el año pasado. Al ver esa tumba vacía comprendimos mejor que nunca, que Dios desea asegurarnos que la muerte no es el destino final de sus hijos. Salimos de ese lugar con la seguridad que cuando Cristo regrese veremos nuevamente a nuestros seres queridos.

Como adventistas tenemos esta bendita esperanza y mi apelación es que tomemos el tiempo para compartir esta esperanza a los que no la conozcan.


Carmelo Mercado es el vicepresidente de la Unión del Lago.