"Arnaldo's life and the demonstration of love that I perceived that day made me think of the church in general," writes Lake Union General Vice President, Carmelo Mercado. "The reality is that we live in a divided world, and unfortunately our churches often fall into that same condition. . . I realized that I do not hear people express with the same intensity their gratitude for God’s great love for us." Photo was taken at the Nov. 9 memorial service for Arnaldo Contreras at the Berrien Springs Spanish Church.

December 28, 2021

United in Love - Unidos en amor

Above all, clothe yourselves with love, which binds us all together in perfect harmony. (Col. 3:14, NLT) 

November 19, 2021 was an unforgettable day for me and the members of the Berrien Springs Hispanic Church. On that day a consolation and memorial service was held for those who knew and loved Brother Arnaldo Contreras. His friends knew him as "The Brother." Arnaldo had died unexpectedly two weeks after being discharged from the hospital, having reportedly recovered from COVID-19. 

When reading the comments about Arnaldo on social media, I noticed that his death had affected many people in an exceptional way. Although we were friends through the social network Facebook, I did not know him personally. But by seeing what others said about him, I was able to get to know him better. Also, by attending the service that day and seeing the faces of those present in the church, I understood that his life had touched many people. 

What struck me the most in the four hours I spent in that service was seeing and feeling a tremendous unity that I have rarely seen in a congregation. Tears, hugs and greetings of gratitude demonstrated that this unity was not based on theological discussions but on mutual love. It also caught my attention that Pastor Edwin Hernández, based on the selfless love that “El Brother” had manifested during his life, titled his homily: “Let's be what we love the most about him.” 

Arnaldo's life and the demonstration of love that I perceived that day made me think of the church in general. The reality is that we live in a divided world, and unfortunately our churches often fall into that same condition. Strong opinions are shared on social media about music, the vaccine, the use of the mask, the ordination of women, the signs of the end, the decline of the "norms" of the church. With so many discussions that arise, I realized that I do not hear people express with the same intensity their gratitude for God’s great love for us. 

Our God deserves that we praise Him and thank Him for the many blessings he has shared with us. Revelation 7 shows us that one day countless multitudes will rise up who do not stop praising God. There is no criticism or division in that group. What is seen is love.  

In his intercessory prayer, Christ prayed to the Father asking that God's people be one. The question is: How can we achieve that unity? Hebrews 12: 2 explains it well: “Let us keep our gaze fixed on Jesus, for from him comes our faith and he is the one who perfects it. He, for the joy that awaited him, endured the cross and did not give importance to the shame that it meant, and now he is seated at the right hand of the throne of God .” 

My prayer is that as God’s people we fix our gaze on Jesus and pray that we become “what we love the most about Him."

Carmelo Mercado is general vice president of the Lake Union Conference. 


“Lo más importante de todo es que se amen unos a otros porque el amor es lo que los mantiene perfectamente unidos” (Colosenses 3:14).

El 9 de noviembre del año pasado fue un día inolvidable para mí y para los miembros de la Iglesia Hispana de Berrien Springs, cuando se llevó a cabo un “Servicio de Consolación y Esperanza” para quienes conocían y amaban a Arnaldo Contreras.  Sus amigos lo conocía como  “El Brother”. Arnaldo había fallecido inesperadamente dos semanas después de haber sido dado de alta del hospital, habiéndose supuestamente recuperado de COVID-19.

Al leer los comentarios acreca de Arnaldo en los medios sociales noté que su muerte había afectado a muchas personas. Aunque éramos amigos a través de la red social Facebook, no lo conocía personalmente. Pero al ver lo que otros decían de él pude conocerlo mejor. Además, al asistir al servicio ese día y ver los rostros de los presentes en la iglesia comprendí que su vida había tocado a muchos.

Lo que más me impactó durante las cuatro horas de ese servicio fue el ver y sentir una unidad extraordinariamente inusual en una congregación. Las lágrimas, los abrazos y los saludos de gratitud demostraban que esa unidad no estaba basada en discusiones teológicas sino en el amor mutuo. También me llamó la atención que el pastor Edwin Hernández, basándose en el amor desinteresado que “El Brother” había manifestado durante su vida, tituló su homilía: “Seamos lo que más amamos de él”.

La vida de Arnaldo y la demostración de amor que percibí ese día me hicieron pensar en la iglesia en general. La realidad es que vivimos en un mundo dividido, y desafortunadamente nuestras iglesias caen con frecuencia en esa misma condición. Se oyen polémicas acerca de la música, la vacuna, el uso de la mascarilla, la ordenación de la mujer, las señales del fin, el decaimiento de “las normas” de la iglesia en los medios sociales. Sin embargo, no se oye a la gente expresar con la misma intensidad su agradecimiento a Dios por su gran amor.

Nuestro Dios merece que lo alabemos y le agradezcamos por sus muchas bondades. En el libro de Apocalipsis, capítulo 7, se nos dice que un día se levantará una incontable multitud que no deja de alabar a Dios. No habrá crítica o división en ese  grupo. Lo que sí habrá es mucho amor.

En su oración intercesora Cristo oró al Padre pidiendo que el pueblo de Dios fuese uno. La pregunta es: ¿Cómo podremos lograr esa unidad?  Hebreos 12:2 lo explica bien: “Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios”.

Deseo que como pueblo fijemos nuestra mirada en Jesús y oremos para que “seamos lo que más amamos de Él”.

Carmelo Mercado es el vicepresidente de la Unión del Lago